Empecé a buscar a “EL TIEMPO”,
No a ese tiempo que es real, que
es el día,
que es la noche, de las horas que
vienen y van
de los años que pasan y no
podemos parar,
ese tiempo siempre está, fíjate
que no envejece
Siempre se conserva igual y se ríe
de los años
Cuando los ve pasar.
Yo buscaba otro tiempo, no lo
podía encontrar.
Lo busque con la mirada ¡ no lo
alcance a mirar!.
Lo buscaba, lo buscaba me llegue
a desesperar
Y en mi desesperación me dije lo
voy a llamar:
¿Dónde estás? ¿No me vas a
contestar?
Hubo un silencio total.
Entonces hable a mis manos le
pregunte:
¿Pueden
ustedes tocar? a “EL TIEMPO”
que
ando buscando y no lo puedo encontrar,
las
manos me respondieron: es imposible
palpar,
porque”
EL TIEMPO”, es invisible y no se deja tocar,
Dije
entonces a mi entender: ¡ con razón con la mirada
nunca
lo pude mirar !, luego pregunte al oído:¿ puedes
escuchar
su voz y me dices donde esta? El oído
contesto
: que equivocada estas ”EL TIEMPO” ,
no
puede hablar y no lo puedo escuchar.
Ya,
que con mis sentidos no lo pude conseguir
Hable
con mi pensamiento a quien me puse a seguir
no lo
oigo, no lo toco, no lo puedo saborear ,
tampoco
se deja oler, ¿dime tiempo donde estas?
que
no te puedo encontrar.
Insistí
a mi pensamiento, persevere en el silencio,
dentro
de mi interior ,¡ sorprendida me quede
cuando
“EL TIEMPO”, apareció !, estaba dentro de
mí,
me miro, me sonrió; eran los años viejos que
mi juventud vivió al lado de mi niñez allí me
encontraba “YO”.
¡ No
salía de mi asombro ! ¡ no lo podía creer!
“EL
TIEMPO”, que tanto buscaba en el
silencio encontré,
llena
de mucho gozo al lado de “ EL” me senté.
Esta
vez “ EL TIEMPO”, hablo y pude escuchar su voz,
Y me
dijo: Me puedes ver en tu piel, en tu
manera
de
andar, en la figura de un niño, en un joven al pasar,
en
los recuerdos de tu alma, y en la manera
de hablar.
Me
puedes ver en tus manos, en tu lento caminar,
en el
color de tu pelo , cuando te vas a sentar,
en la
luz que hay en tus ojos, que se empieza a opacar,
en la
soledad que llega y no puedes evitar.
Era
tan sabio “EL TIEMPO”, que no lo quería dejar,
seguí
sentada a su lado queriéndole preguntar:
¿Me
viste cuando nací? ¡no lo puedo recordar !.
“EL
TIEMPO”, que adivino lo que pensaba” YO”,
Alegre
me contesto:¡ Claro que te vi nacer !
Como me
voy a olvidar.
Contemplándome
me dijo :
Ya me
tengo que marchar, soy eterno infinito,
Nadie
me puede alcanzar.
El
silencio se rompió, “EL TIEMPO”, desapareció
y
La magia
se perdió; “EL TIEMPO” que se marchaba,
Pertenecía
solo a DIOS.
Me despedí
de ese “TIEMPO”, que no miras,
que
no oyes y que no puedes tocar.
Al
que no puedes mover, ni tampoco detener,
el
que te lleva en sus alas sin que tu cuenta te des.
“EL
TIEMPO”, que es muy callado y no se siente al pasar,
te
acaricia con los años, te ayuda a desarrollar todas
esas
aptitudes que vas a necesitar, es como el agua
del
río que solo la vez pasar sin poderla detener,
ni
poderla regresar.
“EL
TIEMPO”, es el equilibrio con que debemos vivir.
Hay tiempos
buenos y malos, tiempos futuros, pasados
Presentes
oscuros y claros, de alegría de tristeza,
de
amargura, de dolor donde habita la esperanza
de siempre
vivir mejor.
“EL
TIEMPO”, ES UN LABERINTO QUE SOLO CONOCE DIOS.
“EL
TIEMPO”, ES UN MISTERIO PORQUE TAMBIÉN ES DE DIOS.
“EL
NOS MANEJA LA VIDA SIN DEJARNOS OTRA OPCIÓN “